lunes, 3 de noviembre de 2008

La acción de la Iglesia para liberar a las mujeres de la calle

Para luchar contra la prostitución, es necesario un enfoque multidimensional. Debe incluir a hombres y mujeres, en una mutua transformación, y los derechos humanos deben ser el centro de toda estrategia. Todos los cristianos están llamados a ser solidarios con las que han quedado atrapadas en la calle. Los hombres tienen un papel importante por desempeñar, ayudando a lograr la igualdad de los sexos, en un contexto de reciprocidad y de justas diferencias. Los explotadores (por lo general hombres), que son los "clientes", los traficantes, los turistas sexuales, etc., deben recibir una instrucción acerca de lo que es la jerarquía de los valores humanos y lo que son los derechos humanos. Deben ser condenados, por parte de la Iglesia, cuando no lo hace el Estado, por el pecado que hacen y la injusticia que cometen.

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